¿Por qué debe preocuparse por la viscosidad ideal? 

En los sistemas de producción, la viscosidad ideal del aceite lubricante es uno de los factores más importantes para garantizar el buen funcionamiento de la maquinaria. 

Es fundamental asegurar que la viscosidad cumpla con los requisitos del equipo. Para ello, debe ser monitoreada constantemente, con el fin de detectar posibles fallos y determinar cuándo es necesario realizar el cambio de aceite. Además, la viscosidad influye en el efecto de sellado del producto, lo cual previene el desgaste de las piezas. 

La viscosidad también representa la fluidez con la que el aceite actúa a determinadas temperaturas. Los aceites más viscosos son más espesos, mientras que los menos viscosos son más fluidos. 

Problemas causados por una viscosidad inadecuada 

Si la viscosidad del aceite es superior a la necesaria, algunas partes del equipo no recibirán el flujo adecuado para formar la película lubricante. Esto puede resultar en: 

• Mayor fricción y disipación de calor, lo que acelera el proceso de oxidación, disminuyendo la vida útil del fluido y aumentando el consumo energético. 

• Mayor desgaste, lo que provoca más interrupciones en la producción. 

• Mayor esfuerzo energético al arrancar, lo que incrementa el riesgo de daños durante el encendido del equipo. 

Por otro lado, si la viscosidad del aceite lubricante es demasiado baja, el fluido puede no ser suficiente para proteger adecuadamente las partes del equipo. La película lubricante podría romperse con facilidad. Las consecuencias incluyen: 

• Aumento del desgaste, lo que conlleva reparaciones y reemplazos más frecuentes. 

• Mayor fricción y disipación de calor, acelerando el proceso de oxidación. 

• Mayor susceptibilidad de las máquinas a daños y fallos, especialmente cuando operan a altas temperaturas. 

• Mayor posibilidad de contaminación por partículas (recordemos que el aceite también cumple una función de sellado). 

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Autor: Pedro Hernandes