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Es sabido que los bienes funcionan mejor y con menos averías si los fluidos lubricantes y las grasas están limpios y secos, situación que requiere un cuidado adecuado al almacenar estos fluidos.
Aunque la calidad del lubricante influye en la productividad, las condiciones de almacenamiento y manipulación deben ser adecuadas, pues de lo contrario se verán comprometidas las propiedades del aceite y, en consecuencia, su rendimiento en el equipo.
Infórmate a continuación sobre las buenas prácticas de manipulación y almacenamiento de los fluidos lubricantes.
Lugar y condiciones de almacenamiento
El entorno debe estar siempre limpio, seco y bien ventilado, con temperatura controlada y protegido de la luz solar directa. Evita las zonas sometidas a fluctuaciones extremas de temperatura, humedad o vibraciones excesivas.
Mantén los recipientes de almacenamiento herméticamente cerrados para evitar la contaminación por polvo, agua o impurezas. Almacena los productos lejos de fuentes de calor, llamas abiertas o materiales inflamables.
Los aceites lubricantes suelen venderse y almacenarse en bidones o depósitos, así que asegúrate de que estos recipientes estén limpios, en buen estado y sean adecuados para el tipo de aceite almacenado.
Identifica claramente los envases con información relevante, como el tipo de aceite, la fecha de fabricación y la fecha de caducidad, sobre todo cuando se trata de grandes volúmenes del insumo.
Realiza inspecciones periódicas de los contenedores de almacenamiento para garantizar su integridad e identificar posibles fugas o daños.
Sustituye inmediatamente los recipientes dañados y limpia adecuadamente cualquier derrame de aceite lubricante.
Organización e identificación
Utiliza estantes, palés o estanterías adecuados para evitar el contacto directo con el suelo y permitir una circulación de aire adecuada. Etiqueta claramente los recipientes con información como el tipo de aceite, la fecha de recepción y la fecha de caducidad, así como otra información importante sobre prioridad e idoneidad para el uso, como el tipo de envase y la frecuencia de uso.
Manipulación adecuada
Cuando manipules aceites lubricantes en grandes volúmenes, utiliza equipos adecuados, como bombas de transferencia o sistemas de tuberías.
Evita los derrames y la contaminación durante el proceso de transferencia utilizando dispositivos de control de flujo y un sellado adecuado.
Control de existencias
Establece un sistema eficaz de control de existencias, registrando las fechas de recepción y caducidad de los aceites lubricantes. Utiliza el principio FIFO (First In, First Out) para garantizar que se utilizan los productos más antiguos, evitando así la caducidad de los productos almacenados.
Formación y sensibilización
Por último, es esencial que el personal implicado en el almacenamiento y la manipulación reciba formación sobre buenas prácticas de almacenamiento, manipulación segura, identificación correcta y eliminación adecuada de residuos de forma continuada.
Asegúrate de que los empleados llevan el equipo de protección adecuado al manipular los bidones, y de que realizan las operaciones con cuidado para evitar daños y derrames.
Sin duda, estas precauciones garantizan el uso correcto del lubricante y evitan contaminaciones que pueden comprometer los equipos, por ejemplo, así como los resultados de los análisis de fluidos, una técnica de predicción que se ve comprometida si la entrada muestra resultados "falsos" debido a la contaminación por agua, arena o exposición a temperaturas extremas, entre otros posibles daños.
Ahora que has visto las mejores prácticas para almacenar lubricantes, seguro que las pones en práctica en tu empresa.
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